Partido para sacar ciertas conclusiones tan claras como conocidas. La primera es que Vietto podría tirarse tres días en un mano a mano continuo frente a un portero y al cabo de los tres días seguiría sin marcar. No sólo es que no marque, es que no se puede ejecutar peor la suerte. En las cuatro ocasiones que se ha encontrado esta noche ha tenido tiempo para poner varias coladas, tenderlas, plancharlas y preparar la cena para toda la familia antes de rematar decentemente a portería. Pues no. Se ve que necesitaba un poco más. Debido a mis obligaciones paternales, cada sábado veo niños de 8 ó 9 años que tienen más rapidez mental que el bueno de Luciano. Por no hablar de la capacidad para definir en situación clara. Creo que sobra decir nada más.

FOTO: AtléticodeMadrid
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La segunda conclusión es que a Vrsaljko cada día se le está poniendo más cara de Silvio, aquel lateral que apuntaba mucho y acabó convirtiéndose en una criatura amorosa que apenas jugó por unas cosas o por otras. Terminó en el Benfica después de un sinfín de lesiones y a día de hoy no se conoce su paradero. El caso es que Sime fue un desastre hace una semana en Bakú y hoy se ha superado. También veo cada sábado niños de 8 ó 9 años que centran mejor que él. Con razón para Simeone, Juanfran está por delante de él, aún sin terminar de estar bien.

La tercera conclusión es que últimamente en cada partido acabamos con el depósito de combustible en la reserva y partidos por la mitad, independientemente del rival que tengamos enfrente.

La cuarta conclusión es que, aparte de la alarmante falta de gol de los delanteros en un partido que podría haber acabado 1-5 por ocasiones, el juego es plano, la circulación de balón deseperantemente lenta y las ideas más bien escasas. La cara de Simeone cada vez que era enfocado por las cámaras de televisión cuando restaban pocos minutos de partido era todo un poema. La viva imagen de la desesperación. No es para menos. Los que tenían que haber dado un paso adelante hoy, resulta que han dado dos para atrás, y no para coger impulso precisamente. O sí, pero en la dirección equivocada.

No todo es negativo. Sergi González ha confirmado las sensaciones que ofreció en la pretemporada y, ante las estrecheces que estamos padeciendo, sería interesante poder foguearle en ciertas batallas. Apunta, al menos, a lateral interesante. Esperemos que pueda ir a más.

Y el sábado, el Villarreal. Después el Qarabag jugándonos la vida. Dos partidos en casa para recuperar sensaciones en nuestro camino hacia los cuarteles de invierno, en los que habrá que evaluar bajas, estrategias y plan de acción. Pero aún queda un mundo, y hay que llegar vivos. Vivos…

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