20 abril, 2024

Una Final de Leyendas para despedir el Calderón

Tras la despedida del pasado domingo, la Final de Copa, llegaba el último adiós del Vicente Calderón, llegaba la Final de Leyenda a la ribera del Manzanares. Ídolos de todas las edades, unos para jugar y otros no, pero lo importante era la presencia de estos, que harían recordar viejos tiempos a los más mayores y a los más pequeños dejar ver leyendas de un equipo que despedía, con pena, lo que ha sido su casa durante 50 años, el Vicente Calderón. Antes del comienzo del encuentro un centenar de futbolistas fueron saltando uno a uno al césped del Calderón, muchos de ellos vestidos de corto y otros tantos con la zamarra rojiblanca, pero que no iban a disputar minuto alguno. Entre ellos destacaba la presencia de Raúl García, quien no quiso perderse el adiós de la que fue su casa durante muchas temporadas.

atleticodemadrid.com
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El partido comenzó en la ribera del Manzanares con el estadio hasta la bandera y una serie continua de cánticos. La afición del Atlético no quería perderse el adiós del Calderón y comenzó apoyando a las leyendas. El Atleti saltaba al campo con el siguiente once: Leo Franco; Contra, Perea, Santi, Antonio  López; Gabi, Vizcaíno, Pantic; Adrián, Torres y Forlán. Un encuentro parado, pero con la magia de Ronaldinho Gaucho que hacía vibrar a todo el Calderón. Además del astro brasileño el Atleti hacía de las suyas con Forlán por banda y Torres arriba, mientras atrás Perea era uno de los mas ovacionados. Mientras tanto llegaba el primer córner del partido, el ramo de Margarita estaba presente y Pantic, ovacionado, se acercó a poner uno de sus centros. El partido rodaba, el Atleti buscaba el tanto por medio de Torres con un disparo que se marchaba alto y uno de esos zapatazos de Forlán, haciendo recordar al Calderón esos goles en lso que dudabas cual era su pierna mala, si alguna tenía. Por parte de la Fundación Scholas lo intentaba Ronaldinho con un desliz de su magia. Los minutos pasaban y él, el niño de todos los atléticos, Fernando Torres, era el encargado de abrir la lata después de un balón por encima de Higuita. El Calderón explotaba, Fernando miraba al fondo sur, se arrodillaba y hacía el arquero. La leyenda volvía al Vicente Calderón. Bonita fiesta la vivida en la ribera del Manzanares, pero el Calderón no se iba a olvidar de su escudo y cantaba: «El escudo no se toca».

El Atleti ganaba y la afición disfrutaba. Forlán seguía buscando su gol, Leo Franco sacaba una mano espectacular evitando el empate y Mahrez, uno de los que suena para reforzar al equipo si el TAS lo permite, hacía de las suyas con un centro que acaba en la portería de Leo Franco después de rebotar en un defensor. Apenas un minuto después Gil Manzano, arbitro del partido, señalaba penalti a favor de la fundación Scholas e Higuita, meta visitante, se recorría el campo para lanzarlo. Se colocó y batió a Leo Franco con un gran disparo ajustado al palo. A su regreso a su portería el meta hizo varias reverencias al fondo, donde se le ovacionaba. Sin tiempo para más se llegó a un descanso en el que se pudo escuchar la actuación de un cantante que amenizó el tiempo de descanso.

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La segunda mitad comenzó con la presencia de jóvenes rockeros como Joel Robles en portería y Óliver Torres, además del gran Ujfalusi, que no quería perderse el adiós del Calderón. Óliver Torres, bajo constantes ovaciones del Calderón, lo intentaba por activa y por pasiva y dejaba detalles de una calidad que no ha conseguido consagrarse a orillas del Manzanares. El colegiado señalaba penalti a favor de Scholas, donde Ronaldinho iba a ser el encargado de lanzarlo. El astro brasileño pegó, engañó a Joel pero su disparo, tras dar en el poste se paseó por la línea de gol. Yarmolenko, tras un centro lateral, hacía el tercer tanto del partido con un cabezazo en el que Joel no pudo hacer nada. Pese a ello, el Atleti quería dar una nueva alegría al Calderón. Assuncao lo intentaba pero no llegaba y fue Blanco el que hizo un nuevo tanto, pero para la Fundación Scholas. Uno a cuatro y el Atleti contaba con un penalti para recortar distancias en el marcador pero Salva Ballesta lo erraba, ante un Dudeck que adivinó muy bien el destino del disparo. El encuentro parecía casi sentenciado cuando llegaba el quinto para la Fundación Scholas, pero el  Atleti no iba a dejar de creer.

Con uno a cinco en el marcador todo parecía finiquitado y el Atleti iba a ir a por todas sobre la meta visitante. El Calderón disfrutaba pese a la derrotaba y apoyaba en busca de la remontada. Una remontada que parecía posible gracias a dos goles casi seguidos. El segundo por medio de Pedro y el tercero De la Sagra con un gran golazo desde el interior del área. Se volcaba el Atleti y su afición y Pedraza, un viejo rockero, hacía el cuarto tanto para añadir tensión al encuentro. Mientras Abel entraba al terreno de juego en lugar de Joel y el Calderón lo ovacionaba. El que fuese meta del Atleti sigue siendo muy querido aquí. El partido iba a morir con la miel en los labios y justo antes del final del encuentro Ronaldinho fue sustituido y recibió una de las ovaciones de la tarde. El brasileño, antes de retirarse, se arrodilló y besó el césped de un estadio que le brindó noches mágicas. Justo después, sonaba el último final de un encuentro. El Vicente Calderón decía adiós al fútbol.

El encuentro llegaba a su fin y el himno del Atlético de Madrid retumbaba a orillas del Manzanares. Tras esto se montó un escenario improvisado y se procedió a la entrega de medallas y diferentes premio, entre ellos el trofeo del encuentro levantado por Gabi y Ronaldinho. Entre pena, el Vicente Calderón decía adiós a 50 tardes de gloria.

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