Contracrónica: «Pesadilla»
Una vez más nos volvimos a dar de cabeza contra nuestro muro particular, contra nuestro Rubicón, como escribí hace unos días. Nadie, ni ellos mismos, esperaba un desenlace semejante, pero el caso es que a partir del minuto 10 dejamos de ser nosotros y ya no lo volvimos a ser. Nos fuimos encogiendo más y más durante el paso de los minutos hasta que terminamos por ser una miniatura de nosotros mismos. Desde el banquillo se probó todo lo que se podía probar, teniendo en cuenta lo que hay, pero, de repente, los problemas que nos han ido lastrando a lo largo de la temporada se multiplicaron por diez, lo que ante este rival y en este tipo de partidos fue absolutamente letal.
Efectivamente es un lastre no acertar otro año más con el 9, que se te lesionen tus dos 5 de referencia, que tu fichaje estrella no haya hecho el esfuerzo de integrarse en la dinámica de lo que significa jugar en este equipo, que te encuentres en el partido más importante de la temporada con los dos laterales derechos lesionados, que la solución de emergencia también se lesione y que tengas que recurrir a otra solución de emergencia a pie cambiado. Como es un lastre haber sufrido nada menos que 36 lesiones a lo largo de la temporada.
Con todo ello, y después del tremendo varapalo sufrido hace casi un año en Milán, este equipo se ha sobrepuesto y levantado de una manera admirable en una temporada que se anticipaba enormemente complicada tras la tremenda remada de la pasada, en la que se luchó por todo y contra todos hasta el final sin premio alguno.
No voy a negar que hemos hecho un partido horrible. Que todos los fantasmas contra los que se ha estado luchando durante toda la temporada se nos han vuelto a aparecer en el peor momento, pero en la peor temporada de Simeone en el Atleti estamos (sí, aún estamos) en semifinales de Champions y muy cerca de certificar el tercer puesto. Una vez más. Antes eso hubiera significado la mejor temporada en décadas. Hoy lo vemos como algo normal, para lo bueno y para lo malo.
Y, ¿ahora qué? Pues ahora, ciertamente, tenemos un 99% de posibilidades de caer eliminados en unas semifinales de Champions de las que se han quedado fuera equipos como el Barça, PSG, City, Dortmund y Bayern. Es prácticamente imposible, sí. No importa, hay motivos suficientes para ir el sábado y el miércoles al Calderón. Creo que a estas alturas no hace falta que explique por qué, y si a alguno le hace falta recordárselo, sólo le digo una cosa: el que no crea que no venga.
Ya termino. Un par de cositas para nuestros adorables vecinos. Esos a los que se les llena la boca de señorío. Uno, cuando escribes decidme qué se siente, ese qué lleva tilde. Y dos, podéis utilizar vuestro cacareado señorío como supositorio, y una vez lo hayáis hecho me explicáis lo que se siente.
