El partido ha sido todo un compendio de las frases recogidas en la famosa ley de Murphy, que tuvo como colofón la de «si hay algo que pueda salir mal, saldrá mal». Y es que todo salió mal. Por más que el equipo salió en plan rodillo, a morder desde el principio, todo se complica si de cara a portería se te apagan las luces.

AtléticodeMadrid.com
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Griezmann, Gaitán, por tres veces, Saúl. Correa, Filipe, Torres y Carrasco perdonaron en algún momento a un Villarreal, que vivió encerrado en su área durante casi todo el partido y al que le bastaron dos tiros a puerta para llevarse el partido después del único fallo que ha tenido Filipe Luis en toda la temporada. Se volvió a cumplir la máxima de que el que perdona acaba pagándolo y el Atleti lo acabó haciendo, víctima de un mal que le lleva por la calle de la amargura desde que se vendió a Diego Costa.

Luego está lo de Gaitán, que no sabes si va o viene, con ese cansino trote cochinero y esa expresión, como si le doliera algo. Definitivamente, se le está poniendo cara de Ibagaza.

Y para colmo de males, como, según Murphy, «los problemas nace, crecen, se multiplican y permanecen», Rukavina lesiona a Carrasco, que había salido en el minuto 52 y estaba convirtiéndose en un peligro constante cerca del área del Villarreal. Ahí Simeone decidió sacar a Torres y el equipo quedó claramente cojo en el medio, con mucho espacio a la espalda de Filipe Luis, aspecto que acabó penalizando al equipo y que acabó aprovechando Samu Castillejo. Eso sí, Gabi, que no lesionó a nadie se llevó la consabida tarjetita de casi todos los días por una falta normal y corriente en el medio campo. Maneras de ver las cosas. Al menos, y en esto afortunadamente no se cumplió la ley de Murphy, la lesión de Carrasco parece que se ha quedado en un esguince de clavícula y puede llegar al partido de vuelta de la madre de todas las batallas. Ójala.

Después del gol, el Atleti siguió insistiendo en la búsqueda de, al menos, el empate, pero ya no le quedó fuelle para llegar con claridad. Ahora toca ir a Las Palmas en la lucha por el ansiado tercer puesto. Después… a creer una vez más, con la esperanza de que ya se haya agotado todo el infortunio posible en lo que queda de temporada. Pero eso será otra historia. Vayamos partido a partido.

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