25 abril, 2024

Después del tumultuoso mes de diciembre, en el que se encadenaron varios tropiezos y el equipo sembró dudas sobre la hoja de ruta a seguir en cuanto al estilo de juego más conveniente considerando el tipo de jugador del cual se dispone esta temporada, el equipo, en este 2017, camina cada vez más decidido en esta segunda parte de la temporada.

Foto: atleticodemadrid.com
Foto: atleticodemadrid.com

Sin demasiadas algarabías, se está rescatando, en primer lugar, la solidez, y, después, la eficacia. Moyá no ha encajado un gol en los últimos tres partidos de Liga. Hoy tampoco lo ha hecho y además los rivales apenas le están llegando. Y en cuanto a la eficacia, poco a poco se está volviendo a la senda de aprovechar las llegadas a la portería contraria. El principal (pero no único) culpable de ello es Griezmann. Superado su bache del mes pasado, en este recién estrenado 2017 está yendo a más en cada partido. Hoy se ha vuelto a mover por todo el frente de ataque con la inteligencia y el criterio con que nos tenía acostumbrados. Decía que no era el único culpable. No lo es. Nico Gaitán está dando definitivamente un paso al frente y se ha convencido que aquí no vale con ser un gran jugador, que lo es, sino que también hay que bregar, presionar y bajar a defender como uno más. Aquí no se juega para nadie, se juega para todos. Todos para uno y uno para todos. Y cuando toca irse arriba poner el talento al servicio del equipo. Ójalá termine de llegar, porque le necesitamos en el tramo definitivo de la temporada.

También hay que destacar la importancia de que Gameiro haya visto portería. El francés sí que se ha integrado a la dinámica de trabajo de Simeone desde el primer día, pero hasta ahora el gol se le ha estado resistiendo y ello le ha causado ansiedad y bloqueo mental. Él vino para ser el goleador que el Atlético de Madrid necesitaba y ya sabemos que un goleador sin goles es como el Ártico sin hielo, por mucho que trabaje. Esperemos que poco a poco vaya invirtiendo la tendencia. Ya se sabe: si se cree y si se trabaja, se puede. Trabajar está trabajando. Ahora le hace falta creer.

En resumen, este resultado nos acerca enormemente a las semifinales, pero, siguiendo otra de las pautas que nos está haciendo recuperar la confianza, no miremos más allá del partido del domingo. Porque ya lo saben: partido a partido, «que ahí somos jodidos».

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